Historia
El Colegio de Periodistas de Castilla y León fue creado por la Ley 8/2012, de 8 de noviembre, para contribuir a una mejor defensa de los principios deontológicos y ético-sociales que regulan la actividad de los profesionales de la información, dotando al colectivo de una organización adecuada para la defensa de sus intereses y, al mismo tiempo, para servir eficazmente al interés general de la sociedad de Castilla y León, y a los valores democráticos reconocidos en la Constitución y el Estatuto de Autonomía.
Entonces se trataba del quinto colegio profesional que se ha constituía en España, en una corriente de iniciativas similares, surgidas principalmente de las asociaciones provinciales de periodistas, que hacen vislumbrar que las organizaciones profesionales van a girar, a medio plazo, en torno a estas instituciones de Derecho Público. Entre otras iniciativas, junto colegios con más experiencia, pese a que su asamblea constituyente se celebró a finales de 2013, ha promovido solicitud al Gobierno de la creación del Consejo General de Colegios de Periodistas de España y la inclusión de la colegiación obligatoria para el ejercicio del periodismo, en determinadas áreas, en la futura Ley de Servicios Profesionales, con el fin de aportar respaldo a los profesionales que se encuentran ante una profesión que no está regulada, aunque sí que cuenta con estudios universitarios reglados.
Mientras que, por un lado, ostenta la representatividad de los periodistas colegiados de forma voluntaria, lo que le otorga capacidad para intervenir como interlocutor, entre otros, en el proceso de elaboración de las leyes que le afecten, designando representantes en Consejos Audiovisuales y otras instancias públicas; por otro, ejerce la potestad disciplinaria sobre los colegiados, fijándoles un código deontológico profesional que redunda en beneficio de la sociedad y en el prestigio de la profesión.
Como fijan sus estatutos, el ámbito territorial del Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León comprende la Comunidad de Castilla y León y su sede se fijará en la ciudad que decida la Junta de Gobierno, teniendo preferencia la provincia donde tenga su domicilio profesional el Decano del Colegio. A tal efecto, cada vez que se modifique el cargo de Decano, la Junta de Gobierno acordara lo que proceda. En este caso, mientras que la sede de la gestora se fijó en Segovia, la primera sede de la Junta de Gobierno ha quedo establecida en Burgos.
No obstante, el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León se articula territorialmente a través de nueve delegaciones, que corresponden a los ámbitos provinciales de Ávila. Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia. Soria, Valladolid y Zamora. Al frente de cada delegación existe un delegado, que ha sido elegido por la Junta de Gobierno de entre sus miembros.
La Constitución fija claramente el papel de las asociaciones, los colegios y los sindicatos, estableciendo también diferencias en cuanto a su régimen jurídico y funcionamiento. Los últimos colegios que se están creando surgen del impuso de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que es la mayor organización profesional, con cerca de 20.000 miembros. FAPE y los Colegios han constituido una mesa de trabajo, con el fin de reforzar la unidad de acción del colectivo de periodistas en unos momentos en los que la crisis ha vaciado redacciones y ha envido al paro a miles de profesionales, con una industria de medios de comunicación en constante cambio con la revolución que ha supuesto Internet.
Además, como Colegio autonómico es el primer órgano que agrupa a profesionales del periodismo del conjunto de la Comunidad autónoma, sobrepasando el ámbito de las provincias.